Con el fin de que el niño, no encuentre una ruptura entre el ambiente escolar y el del hogar, es importante crear un clima acogedor que le estimule y le predisponga para las distintas situaciones de aprendizaje.
Es importante que se le ofrezca un ambiente ordenado y confortable que le sirva de marco referencial para la adquisición de hábitos.
El espacio estará dispuesto de tal forma que el niño pueda acceder a él con facilidad para que así pueda manipular.
La flexibilidad es imprescindible en la realización de toda actividad, respetando siempre el ritmo de aprendizaje individual, así como la libre elección de cualquier actividad.
En la distribución del espacio tendremos en cuenta lugares dedicados a actividades individuales y actividades grupales. Al referirnos a la utilización y disposición de espacios, no hacemos mención en particular de ninguno de ellos, puesto que todo ello implica a cualquier dependencia del Centro que podamos utilizar en nuestra tarea educativa: aulas, pasillos, patio, comedor, etc.
El espacio estará organizado en diferentes zonas de actividad. La disposición de los distintos espacios no debe interferir entre unas actividades y otras.
Es muy importante nuestra observación en cuanto a la utilización de los espacios, con el fin de poder introducir o suprimir aquello que veamos necesario.
Tendremos en cuenta la creación de espacios dedicados al juego libre.
Tan importante como las anteriores es la creación de un ambiente sano y seguro que ayude a promover hábitos de higiene y salud.